El 18 de abril escribía una entrada relatando mi participación como operador en el diploma que URE ha organizado con motivo de su 70 aniversario. Hoy, 11 de junio, dos días después de haber concluido el evento, tan solo cabe dar la enhorabuena por los resultados obtenidos, cuyas cifras son espectaculares por su magnitud, llegando a casi 1.200.000 QSO en un diploma que ha sido seguido por 93.000 radiaficionados de todo el mundo.

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Los foros de URE o las redes sociales de muchos compañeros se han llenado de comentarios de la más diversa índole. Bien es cierto que la mayoría han sido positivos, de aliento, ánimo y enhorabuena, aunque siempre están los destructores profesionales, u odiadores por sistema, afortunadamente son los menos.

 El balance solo puede ser positivo, se mire por donde se mire

Coordinar a más de 200 operadores en todo el territorio nacional para que estén durante 70 días al pie del cañón de una actividad que, todo hay que decirlo, ha sido excesivamente larga, no es una tarea fácil ni exenta de problemas internos. Se ha conseguido, las AM70 han sido el centro mundial de la actividad de radio en todas las bandas y modos durante dos meses y medio. La imagen que se ha dado al mundo es dificilmente mejorable, y las cifras lo atestiguan, consiguiendo el interés de 90.000 personas y una cifra de QSO mareante.

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No solo gana URE, ganamos todos

Hay quien se vanagloria y presume de no haber colaborado con esta actividad argumentando que no va a poner al servicio de un diploma su trabajo, esfuerzo y estación para que al final sean solo unos pocos los que se lleven el mérito. Es una opinión respetable, pero con una permisa objetivamente errónea, y es que el éxito o fracaso de esta actividad es el éxito o fracaso de la comunidad de radioaficionados españoles. El mérito o demérito no recae sobre un círculo cerrado de afortunados, lo hace sobre todos, miembros o no de URE, colaboradores o no de la actividad.

En el ámbito de la radioafición, durante estos 70 días, los radioaficionados españoles hemos puesto el listón muy alto, ganando prestigio y respeto. Ese prestigio y respeto no irá solo para unos pocos, sino que recaerá sobre el global de la radioafición española, socios o no de URE, como ya lo hiciera hace un par de años con el 400 aniversario de la muerte de Cervantes.

No todo es color de rosa

Obivamente 70 días dan para muchas, muchas circunstancias concretas, y sí, también muchas cuestiones mejorables, algunas achacables a la organización, otras a los propios operadores, y otras también a los seguidores del diploma. Sin embargo, tras dos días desde la finalización, ¿merece la pena enturbiar el resultado global con toda una retahila de cosas que se podrían haber hecho mejor?. No es el objetivo de esta entrada elaborar una extensa lista de cuestiones a mejorar porque, honestamente, creo que hoy solo cabe felicitar a la radioafición española y sentirse orgulloso de pertenecer a ella.

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Mi aportación

Desde el primer día he formado parte del equipo AM70U. Y aunque en ningún momento me he tomado la actividad como una competición, lo cierto que la existencia de un ranking interno de operadores, meramente informativo y sin carácter competitivo, sí que ha servido para motivarme, siempre dentro de mis posibilidades de tiempo. A nivel global mi aportación en número de QSO es discreta, con 7122, ocupando el puesto 53. Dentro de AM70U sí que he sido uno de los más activos, estando en el puesto 3 de los 31 que han pasado por el equipo. Además de los QSO he conseguido trabajar 93 entidades distintas. 

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En cualquier caso, lo verdaderamente importante no es el cuanto, sino el cómo. Hemos sido muchos los compañeros con un número de QSO relativamente discreto, pero ha sido la suma del esfuerzo de todos la que ha conseguido esa impresionante cifra de más de un millón.

Sobre como ha funcionado AM70U tendría mucho, mucho que decir, pero no es el momento de dar indicativos concretos ni señalar a nadie, quiero que el poso que deje este post siga siendo positivo. No obstante, sí he de comentar que yo, como el resto de operadores, comenzamos a colaborar con el diploma porque voluntariamente así lo decidimos. Nadie nos obligó o coaccionó para ello. Ahora bien, una vez se adquiere un compromiso éste ha de llevarse hasta las últimas consecuencias. Tan solo diré que es una pena que no todo el mundo piense como yo.

Mi balance

Lo voy a decir en pocas palabras: Orgulloso de haber formado parte de este gran evento.