Quien no conozca el mundo de la radioafición seguramente no sea capaz de hacerse una idea de la amplitud de modalidades que ofrece. Es complicado abarcarlo todo, y aunque existen radioaficioanados que tocan todos los palos, lo normal es que cada uno de nosotros, en función de nuestros gustos o preferencias, elijamos qué radio queremos hacer.
SSB y DX
Mi jornada laboral es en buena parte la responsable de la radio que puedo hacer. Los ya iniciados sabrán que los radioaficionados estamos sujetos a las condiciones atmosféricas para poder realizar comunicados. No tenemos la posibilidad de elegir con quien y a que hora hablamos, quedando a nuestra elección tan solo el modo en que podemos hacerlo, este sí elegido en función de nuestros gustos.
Soy un radioaficionado tranquilo, en el sentido de que no me obsesionan rankings, honor rolls o diplomas. Pese a llevar desde el año 90 en el mundo de la radio, y en buena parte consecuencia de mi dejadez a la hora de clasificar, ordenar y actualizar esas QSL´s que dan acceso a los diplomas, lo cierto es que normalmente apareceré en puestos bastante bajos, o incluso ni apareceré en ellos. Hay cierto sector de radioaficionados que tiene la mala costumbre de consultar dichos rankings para automáticamente hacerse una idea de qué radioaficionado hay detrás de unas determinadas letras. Es un error.
Mi tiempo libre me obliga a aprovechar el poquito que tengo de la mejor forma posible, y el DX se adecua perfectamente a esta condición. Es la radio que suelo hacer durante la semana, son comunicados cortos, un solo intercambio de reportes y a la caza de otro. Suelo estar en el lado del pile up, a la búsqueda de nuevas entidades o países, intentando poco a poco completar todas las casillas de mi EADX100 o DXCC. De forma absolutamente excepcional me oiréis haciendo llamada. A día de hoy tengo trabajadas 221 entidades de las cuales 172 están confirmadas.
Los fines de semana la actividad se diversifica, sobretodo en lo que a diplomas nacionales se refiere, cuyos activadores llenan la banda de 40m, especialmente en las mañanas de sábados y domingos. Uno de los diplomas que tiene más seguidores y activadores es el DME (Municipios de España) e intento no perderme ninguna de las referencias que salen al aire estos días. También en esta banda y si las condiciones lo permiten, no es extraño encontrarme en QSO´s más largos y sosegados con otros compañeros.
CW
La telegrafía, materia obligatoria en el examen allá por el año 90, siempre fue mi asignatura pendiente. Aunque tuve que superar los exámenes para obtener tanto el indicativo de EC como el de EA, lo cierto es que nunca me animé a introducirme en este mundo. Siempre me pareció algo imposible e inalcanzable y como mis experiencias en fonía satisfacían mi pasión por la radio siempre tuve la CW guardada en el cajón.
Tuvieron que pasar la friolera de 26 años, en 2016, cuando me planteara darle una oportunidad en serio a este lenguaje que fuera el primero que se utilizara en una comunicación de radio y que miles de radioaficionados de todo el mundo siguen utilizando más de 100 años después.
Tras varios meses en los que todos los días, y va en negrita porque esa es la premisa fundamental para conseguir algún día hacer un QSO en CW, fui capaz de alcanzar una velocidad de recepción razonable (entre 18 y 20 ppm). A finales de 2016 por fin fui capaz de hacer mi primer comunicado en este modo, aunque aún me queda todo un mundo por andar en este apasionante modo.
Mis contactos en CW, en el momento de escribir estas líneas (agosto de 2017), son comunicados rápidos casi exclusivamente de estaciones DX. Por razones obvias todo mi casillero DXCC está vacío en esta modalidad por lo que prácticamente cualquier entidad que salga en este modo es nueva para mi.
Pese a que muy poco a poco voy mejorando y distinguiendo letras en ese mar de puntos y rayas que es una llamada en CW, la realidad es que el grueso de mis comunicados sigue siendo en fonía, modo en el que me siento a gusto mientras que en telegrafía me sigo sintiendo lo que soy, un auténtico novato. En cualquier caso, y gracias a la insistencia de mi amigo José Antonio, EA7QD, fui capaz de afrontar un concurso en este modo, uno de los más importantes de España, participando en 2017 en el CNCW con el resultado esperado, un puesto 68 en categoría mono-operador-mono-banda en 40m en la que finalmente 83 compañeros presentaron lista.
Objetivo cumplido: Ser capaz de completar el concurso durante todas sus horas activo y conseguir algún puesto mejor que el último. El reto: Mejorar este resultado en 2018.
Los concursos
Ya he explicado antes que en mi rutina diaria de radio no estoy especialmente pendiente ni me va la vida en los rankings de los diversos diplomas que sigo, por lo que cabría pensar que la parte más competitiva de de la radio la tengo dejada de lado. En la práctica podríamos decir que sí. Un concursero no es alguien que hizo una vez el SM El Rey en los años 90 o ha aparecido esporádicamente por el Sprint de IARU o algún que otro concurso nacional de menor calado.
No, no soy un concursero, sin embargo tengo que reconocer que la parte más competitiva, al igual que me ocurrió con la CW, no la tengo olvidada. Los mejores operadores del mundo suelen estar curtidos en estas lides y aunque mis aspiraciones son modestas, lo cierto es que quisiera, poco a poco, ser capaz de afrontar concursos de cierta enjundia con intención de quedar lo más arriba posible. Ganar concursos internacionales se lo dejaremos a los profesionales del sector y si algún día me atrevo a meterme en la marabunta del CQWW me conformaré con no hacer el ridículo. De momento, mientras mi tiempo me lo permite (siempre el maldito tiempo) he decidido formar parte de los concursos más relevantes a nivel EA.
Mi primera experiencia en serio con los concursos, es decir, trabajarlos con la clara intención de quedar lo más arriba posible, llegó este 2017 con el que es el concurso internacional con origen en España más importante de todos, el SM El Rey (en SSB, por supuesto).
En esta edición fui capaz de alcanzar un meritorio noveno puesto en modalidad mono-operador-multi-banda. Digo lo de meritorio no para darme autobombo, sino porque no es fácil conseguir este puesto sin tener antenas para 80 o 160, bandas imprescindibles para aumentar de forma notable el número de multiplicadores.
Las activaciones
Si antes comentaba que los fines de semana suelo estar en 40m persiguiendo las referencias de los diplomas que sigo, no será extraño encontrar a mi indicativo entregando una de esas referencias, siempre en la compañía de EA7ATA, EA7ATJ y EA7IEZ.
Desde que a mediado de los 90 conocí a los compañeros de Nerja, han sido innumerables las referencias que hemos entregado con nuestros indicativos. En aquellos 90 y principios de los 2000 muchos castillos e islas, en los últimos tiempos, vértices geodésicos y municipios son los que más activamos.
Nunca nos ha importado mucho qué referencia entregar ni de que diploma. Para nosotros la radio es una afición que usamos como excusa para hacer una actividad que nos une, por lo que simple y llanamente revisamos los diplomas que hay en el aire, elejimos una referencia, más o menos cercana o accesible (no nos importa) y echamos el domingo entregándosela a los compañeros.
No somos ambiciosos y una vez más no miramos los rankigs, lo hacemos por simple diversión. Nos juntamos cuando podemos, pasen 15 días o 60 entre actividad y actividad.
La radio que no hago
En realidad el contenido de este apartado es obvio, la radio que no hago es toda la que no he mencionado. Pero sí que quería hacer una breve mención, especialmente para que el lector desconocedor de este mundo sepa que hay aún mucho más.
Sí que es cierto que hay un modo que no hago porque, de momento, no me atrae en absoluto. Se trata de los modos digitales. ¿Por qué no? Porque quiero ser yo el que haga el comunicado, y que sean mi habilidad con el micrófono, mi oido, mi capacidad a la hora de hacer la llamada o mi destreza a la hora de recibir CW o usar el manipulador los que determinen si hago o no el QSO. Es tan simple como eso. No le encuentro un especial aliciente a pinchar en un espectro en cascada en una pantalla, que un PC decodifique la señal, una tecla de función lance un macro con mi llamada, reciba un 599 y otra tecla de función se despida por mi. ¿Menosprecio a quien trabaja digitales? No, simplemente explico por qué a mi no me gusta (de momento, quien sabe si me trago mis palabras en unos meses).
Otras bandas y modos las dejo guardadas en el cajón de cuestiones pendientes. Rebote lunar (EME), satélites, comunicaciones en bandas mucho más altas, son otra parte de la radio que me atrae mucho, pero que requieren instalaciones y equipos específicos que a día de hoy no me puedo permitir, sobretodo en lo relativo a las antenas. No quisiera abandonar el mundo de los vivos sin haberme introducido, aunque sea para probar, en esa otra parte de la radio que desconozco casi en su totalidad y que por lo particular de sus características es muy dada a la experimentación continua, algo inherente a todo radioaficionado, aunque estamos vetados aquellos que trabajamos ocho horas al día (o más si somos autónomos) y que dedicamos nuestro escaso tiempo libre a hacer otro tipo de radio.